En el marco de un proceso formativo y ciudadano, el FOSDEH en conjunto con la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE) y OXFAM en Centroamérica, presentamos el boletín “Políticas y Discursos del sector público y privado a nivel nacional y regional sobre la Transformación Energética en el Sector Minero” con el propósito de abrir el debate sobre las nuevas exigencias de explotación del sector minero en Honduras para el proceso de transformación energética.
La transición energética reciente hacia la descarbonización o la reducción de las emisiones de carbono exige el uso de metales y minerales, como el cobre, litio, manganeso, plomo y zinc, ya que son elementos fundamentales para el desarrollo de tecnologías en sistemas eléctricos inteligentes, automóviles eléctricos, equipos de generación de energía eólica, solar y geotérmica.
El BID (2021) estima que la demanda de minerales clave para la transición energética en América Latina y el Caribe (ALC) se duplicará para 2026 en comparación con los registros de 2026. Esto significa que ALC tiene la oportunidad de convertirse en un proveedor mundial de metales y soluciones de bajas emisiones de carbono.
Aunque el uso de minerales en la transición energética representa una oportunidad, es necesario que el Estado fiscalice la minería para reducir el impacto ambiental y priorice el uso eficiente de recursos y la reducción de los pasivos ambientales.
Los minerales mayormente utilizados para la transición energética son principalmente, cobre, plomo, litio, manganeso y zinc, siendo los países con mayor demanda, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México y Perú. En el caso de Honduras, un país con una historia minera metálica y en un proceso de cambio de la matriz energética hacia uso de energía renovables (FOSDEH, 2019), no está excepto de este tema. El 65% del territorio nacional se encuentra concesionado, ya sea para exploración o explotación de minerales a diferentes escalas (artesanal, semiindustrial e industrial).
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