Los problemas estructurales de la economía hondureña se han profundizado con la pandemia, que inició en el año 2020 por la enfermedad del COVID-19, y aún más con la destrucción dejada por las tormentas Eta e Iota. Sin embargo, esta situación podría revertirse con la aplicación de políticas públicas asertivas y acciones coherentes de la administración pública con una visión de desarrollo; no obstante, la realidad apunta en la dirección opuesta. Las decisiones de los actores involucrados en los procesos electorales en Honduras 2021 indican un alto riesgo de que las actividades contempladas en el Cronograma Electoral 2021 del Concejo Nacional Electoral se realicen de manera desfazada.
Es importante resaltar que la presente incertidumbre electoral deteriora las perspectivas de inversión interna, la atracción de capitales externos, la estabilidad económica, y el funcionamiento del mercado. Asimismo, la imagen de un Estado de Derecho en Honduras se ve cada vez debilitada por el proceso electoral vigente, lo que podría hacer que en los años siguientes Honduras sea el país con el peor Estado de Derecho a nivel de Centro América.