En los últimos seis años el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández ha dispuesto al menos de un (1) billón 406 millones de lempiras como presupuesto público acumulado, sin embargo, la mejoría de la población no se ve y siguen sin resolver o ser debidamente atendidos problemas fundamentales como la pobreza, desigualdad, migración, salud, educación y trabajo de la población en general y de la mujer en particular.
¿Qué es un billón? En la escala numérica utilizada tradicionalmente en español, y en la mayoría de los países de Europa, un billón equivale a un millón de millones. Esa cifra no cabe en una bóveda, es demasiado su volumen, pero también cuesta que “quepa” en la mente de un ciudadano común y corriente.
¿Un millón de millones de lempiras gastados sin que Honduras salga de la categoría de ser uno de los más pobres y desiguales del mundo? ¿Cómo puede ser eso? ¿Dónde fue a parar ese dinero?
Para empezar, ¿Cómo obtiene el gobierno ese dinero? La mayor parte proviene de la recaudación de impuestos de personas naturales y jurídicas, la otra parte a través del financiamiento contratando nuevos préstamos.
¿Y en qué se gasta?