El Costo de la Democracia en Honduras. Parte II

En Honduras la Democracia sigue estando en crisis, los últimos procesos electorales la han desgastado de manera muy profunda y acelerada. Se esperaba que las Reformas Electorales faciltarían una transformación apropiada de los órganos electorales y las normativas regulatorias correspondientes, “para que los hechos no se repitieran”. No obstante, ha venido ocurriendo lo contrario, es más, a la fecha (finales de octubre 2020) no se han aprobado en el Congreso Nacional de Honduras las Leyes y ciertas normativas necesarias esperadas durante mucho tiempo por la población, propiciando una fuerte “incertidumbre electoral” que sólo aumenta la desconfianza en el sistema democrático vigente.

Aprobar un conjunto limitado de dichas “Reformas” en el transcurso de la convocatoria a elecciones primarias y al tiempo de realizarlas agudizará la crisis; además, debían contar con los diferentes enfoques de análisis para su funcionalidad constitucional, legal, económico, social, política, presupuestaria, entre otras.  Lamentablemente no se observa la integralidad en ellas ni su viabilidad, poniendo “entre dicho” unas elecciones libres y competitivas, y revela la incompetencia y procrastinación política del Congreso Nacional.

A nivel latinoamericano la Corporación Latinobarómetro (2019) intenta medir la confianza en la institución electoral de cada país (un tema de tantos presentados en su Informe 2018), siendo estas encargadas de los procesos electorales. La confianza baja de 51% en 2006 a 28% –promedio regional– en 2018. Mientras la confianza en el organismo electoral en Costa Rica es 58%, y 48% en Colombia y 47% en Uruguay, contrario llega a sólo 12% en El Salvador, 14% en Nicaragua y 18% en Venezuela, nuestra Honduras (18% de índice) compite el 3° lugar de desconfianza con Venezuela. El 2018, era un año reciente después de los acontecimientos de las Elecciones Generales del año 2017 llevadas a cabo el 26 de noviembre de ese año, y con las “reformas” realizadas.

El “déficit” del sistema político hondureño se ha expresado en prácticas de autoritarismo, clientelismo partidario, populismo con fondos públicos, corrupción y captura de las instituciones públicas para fines particulares.

El Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) presentó la Primera Parte del documento titulado “El Costo de la Democracia en Honduras” (2020) bajo el subtítulo “Descripción y sistematización de las propuestas de reforma electoral y realidades presupuestaria de la última década en Honduras (2010 – mayo 2020) [[1]].El cual ofrece un sucinto recorrido por las propuestas y recomendaciones que organismos internacionales han presentado en materia de reforma electoral en los últimos 10 años, sobre todo las Misiones de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos, y la Unión Europea; y nacionales como, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en Honduras (algunas de las Recomendaciones en el ámbito Político Electoral del Tomo I). Además, detalla el comportamiento presupuestario del sistema institucional electoral regido por la anterior figura del Tribunal Supremo Electoral (TSE), y los demás órganos involucrados. como el Registro Nacional de las Personas (RNP). En este sentido ofrece a la sociedad información para la evaluación y valoración comparativa del desempeño y rendimiento.

Este documento Parte II. Prospección de las Actuales Reformas Electorales en Escenario Post-pandemia y Presupuestos 2021, tiene el propósito de hacer una prospección económica y presupuestaria de las posibles o no reformas electorales en el escenario post pandemia, y el presupuesto de los órganos electorales tanto del año en curso (2020) y del año 2021. Es decir, pretende estudiar las posibilidades de las reformas electorales desde el enfoque del gasto para el Estado y el cumplimiento eficiente de sus objetivos de legitimar los procesos electorales futuros.

Para dicho análisis, es pertinente considerar los últimos acontecimientos, ya que “fomentan” la incertidumbre electoral:

  1. El 13 de septiembre del 2020 el CNE convoca a los partidos legalmente inscritos a Elecciones Primarias que se llevarán a cabo el domingo 14 de marzo de 2021. Decisión tomada en Sesión Extraordinaria del Pleno el martes 02 de septiembre de 2020 y publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 12 de septiembre de 2020.
    1. El 01 de octubre el Congreso Nacional, aprobó con 90 votos a favor y tres abstenciones y tres en contra, la “Ley Especial Elecciones Primarias 2021” (algunos llamándolos “Artículos Transitorios”). Aprobando que el Censo Nacional Electoral Provisional debe estar concluido el 30 de diciembre de 2020 y el Censo Nacional Electoral Definitivo debe ser entregado por el CNE a los partidos políticos legalmente inscritos el 08 de enero del 2021. Asimismo, la vigencia de la actual Tarjeta de Identidad hasta el 15 de mayo de 2021.
    1. El 07 de octubre el Congreso Nacional reanuda la discusión del Dictamen de la nueva Ley Electoral y acuerdan discutir artículo por artículo. Al día 20 de octubre el Congreso Nacional lleva discutidos y aprobados hasta el Artículo 75 de los aproximadamente 332 Artículos que contienen el dictamen. Alrededor del 23% de la nueva Ley Electoral, sumado, que bajo algunas discrecionalidades se está aprobando por Capítulos.

Es necesario indicar, que la aprobación de estas leyes no es garantía de cumplimiento en tiempos de Pandemia, por una parte, el Congreso Nacional ha sesionado de manera virtual, y por otra, la historia reciente de transparencia y de “certeza legislativa”, resalta que muchas veces lo aprobado, no necesariamente es publicado en La Gaceta. En tal sentido es de esperar hasta su publicación y que no existan las denominadas “Fe de Erratas”.

Esto presume haber convocado a Elecciones Primarias de 2021 sin una nueva ley electoral y sin la creación de nuevas reglas para los próximos procesos electorales en plena coyuntura política electoral, sumado la situación de Emergencia por la pandemia que al 28 de octubre suman un total de 94,623 casos confirmados y 2,639 muertes por COVID19 según datos oficiales proporcionados por Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) [[2]]. Bajo este contexto hacemos algunos apuntes y aproximaciones del devenir para los próximos procesos electorales.

El Estado de Honduras debe asignar una gran cantidad de recursos públicos para llevar a cabo unas elecciones, tanto generales como primarias. Se espera que dichos fondos sean conforme a las expectativas de fortalecer los procesos electorales y a la democracia misma.

Según el Proyecto de Integridad Electoral [[3]], Honduras se posiciona con 37 del Índice de Percepción Electoral (PEI por sus siglas en inglés) en el mundo, siendo 100 la posición mejor calificada. En América, Honduras obtiene la tercera posición solo superando a Nicaragua y Haití. El estudio mide la percepción del desempeño de 11 dimensiones del ciclo electoral, entre ellas: las leyes electorales, procedimientos electorales, fronteras (límites de los distritos electorales), registro de votantes, registro de partidos y candidatos, medios de campaña, financiación de campaña, proceso de votación, conteo de votos, resultados y autoridades electorales.

El FOSDEH reitera que el Estado hondureño debe invertir en democracia, en sus instituciones y fortalecer la institucionalidad electoral, en el entendido que presupuestariamente la democracia es carísima cuando la rentabilidad es para el beneficio personal o familiar. Cuando la rentabilidad es social, es un gran negocio, eso sí, para las grandes mayorías, para el pueblo (FOSDEH, 2020).

Nadie duda del efecto psicológico y social que la pandemia dejará en la mayoría de la población del país y del mundo [de igual manera, el ambiente “Político” imperante en elecciones]. Si bien ya existían muchas personas que en Honduras padecían de enfermedades sicológico-mentales, de conformidad con múltiples declaraciones de profesionales del ramo, la pandemia en general ha agudizado su situación, al mismo tiempo de generar nuevos pacientes (no se puede identificar cuántos en estos temas). El confinamiento, la ausencia de control real del Covid-19 y las consecuencias económicas asociadas, al parecer del FOSDEH obligan un abordaje profesional e inmediato a la salud mental y emocional en el marco del corto, mediano y largo plazo [[4]].

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[1] FOSDEH. (2020). El Costo de la Democracia en Honduras. Parte I Descripción y sistematización de las propuestas de reforma electoral y realidades presupuestaria de la última década en Honduras (2010 – mayo 2020). Honduras. Recuperado: https://fosdeh.com/wp-content/uploads/2020/08/2020_fosdeh_costo_de_la_democracia_hn.pdf

[2] Cifras al 28 de octubre del presente año por SINAGER.

[3] Bajo la dirección de la profesora Pippa Norris y la distinguida Junta Asesora Internacional, el Proyecto de Integridad Electoral produce investigaciones innovadoras y relevantes para las políticas que comparan las elecciones en todo el mundo. El equipo de investigación tiene su sede en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard. (Ver más: https://www.electoralintegrityproject.com/).

[4] FOSDEH. (2020). Elementos de Diagnóstico y Lineamientos de Propuesta del FOSDEH para un Plan de Reconversión Económica y Social de Honduras. Honduras. Recuperado: https://fosdeh.com/wp-content/uploads/2020/10/2020_fosdeh_plan_reactivacion-economica_hn.pdf